ANIMALES
Antes de entrar al circo, los niños contemplan a los animales en
sus jaulas. Uno se dice que cuando crezca tendrá la fuerza del elefante. Otro,
fantasea con la majestuosidad del león. Algunos se imaginan hermosos como los
caballos y los más sueñan con la agilidad del chimpancé. La cobra del faquir,
que los mira tras el cristal de su terrario, mueve la lengua y les dice
siseante: “Ossparecereisssamiii, ossspareceresisssamiií!”.
Sobre los finales felices (inédito)
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