Joder. He leído estas palabras de Clarice Lispector, recogidas en el magnífico Blog de Pablo Miravet- Clément Cadou- (el link lo tenéis en mi blog, al margen), y no he podido resistirme a transcribirlas. Aunque lo sabía de una manera instintiva, nunca he logrado contestar con palabras, de una forma certera, a la inevitable pregunta de ¿por qué escribes? Pero alguien -ella, Clarice-, ya había contestado, por mí y otros como yo, mucho antes. Yo nunca podría haberlo dicho así. Con palabras tan cercanas a lo que siento.
“Escribo porque no tengo nada que hacer en el mundo: estoy de sobra y no hay lugar para mí en la tierra de los hombres. Escribo por mi desesperación y mi cansancio, ya no soporto la rutina de ser yo, y si no existiera la novedad continua que es escribir, me moriría simbólicamente todos los días”.