sábado, 31 de mayo de 2008

ALGUNOS CORAZONES SOLITARIOS (3)

FORTUNA
Coincidieron en la carretera. Esperaban la buena suerte. Un conductor que se detuviese en la noche para llevarlos a cualquier sitio. Ella sacó su pitillera, el hombre encendió una cerilla, y al comprobar que no quedaba tabaco los dos soplaron a la llama. No pronunciaron sus nombres. Ninguna dirección. Ningún dato. Nada que al día siguiente les pudiera tentar a buscarse. Compartieron la habitación y los secretos que sólo se cuentan a los desconocidos, y se amaron con la fuerza que poseen los que no se volverán a ver nunca. Al alba repartieron el jabón que siempre se roba en los moteles, y se separaron en la carretera sin saber su próximo destino. Antes prendieron una cerilla y ambos soplaron sobre ella. Una temblorosa hebra de humo que ascendió entre sus bocas surgió cuando los alientos se cruzaron en la llama.

viernes, 30 de mayo de 2008

LAS MUSAS


Podría decir que estas dos chicas que aparecen conmigo en la foto son dos jóvenes que recogí de pequeñas. Podría añadir que una vendía cds falsificados de Camela en un semáforo y la otra pañuelos de papel usados, lo que aún es más grave. Podría matizar que las dos, después de orientar sus vidas, se reinsertaron a la sociedad, y hoy tienen amigos y familias respetables. Pero os mentiría. Más bien me recogieron ellas a mí cuando mi vida se tambaleaba en una biblioteca innombrable, donde vivía rodeado de chupatintas. Ellas son mis entrañables amigas Sonia y Carmen. Las mismas que aparecen, para quien no lo sepa y tenga el libro, en la dedicatoria inicial de mi poemario “Cromos”. LaS conocí en el trabajo y, aunque parezca mentira, somos amigos, lo que tiene doble mérito, teniendo en cuenta lo incompatible que resultan casi siempre las palabras trabajo y amistad. Aquí aparecemos en la Cafetería del la Ciudad de las Ciencias, después de que Carmen me arrancase la promesa de que las invitaría a comer cuando gane mi próximo premio literario. Yo le dije que sí. Pero ella no cayó en la cuenta de que soy escritor y, por tanto, muy mentiroso.

jueves, 29 de mayo de 2008

EL CANTANTE MUDO


Fernando Garcín acaba de publicar un libro titulado EL CANTANTE MUDO Si las casas son de alguien (Relatos y calcomanías), en la colección Noches de Alicia. La publicación, artesanal e impecable como siempre, corre a cargo de Jesús Zomeño, escritor y editor de Elche, que además ilustra con su bellos dibujos el libro. Como anécdota diré que Alicia es una de sus hijas. La otra, Helena, da nombre a la colección de poesía que dirige, Diarios de Helena.

Se me da mal opinar sobre libros, explicar por qué me gustan o no. Y no lo voy a hacer aquí. Por supuesto, este me encanta, pero no soy Sánchez Dragó para desmenuzar estilísticamente sus textos. Sólo diré que cuando lo he leído (son breves textos en prosa que terminan con unos pequeños poemas, a los que no se les puede definir mejor, calcomanías), he pensado en dos libros míticos que adoro como son Peter Pan o Alicia en el País de las Maravillas. Comparte con ellos, al menos a mí me lo parece, ese aroma poético que desprende la buena prosa y sobre todo, dos niveles de lectura. Como ellos, y esto no sé si lo habrá pensado el propio Fernando, puede ser leído por niños y por adultos. Cualquier niño con cierta sensibilidad disfrutará con las historias del Cantante Mudo, la bailarina Morfina y el raro Ismael. Cualquier adulto con dos dedos de frente se dará cuenta del peso que hay en cada uno de sus textos, que tienen un aroma de subversión. Hay libros que no podrían ser leídos por niños. Hay otros que no pueden ser leídos con los ojos de un adulto. Hay libros que pueden leer todos, aunque cada uno lo haga en distinto piso de la casa. Este es uno de ellos.

Quien quiera adquirirlo, no tiene más que entrar en el blog de Fernando Garcín, La segunda lluvia, cuyo link tienes ahí, a la izquierda, en el margen. Aquí os cuelgo un texto, con permiso de Fernando, y la portada con una de las ilustraciones de Jesús Zomeño.


EL PASO DE CEBRA

Iba el Cantante Mudo a cruzar la calle de regreso a casa siguiendo las líneas del paso de cebra, cuando entre la línea blanca número dos y la línea blanca número tres, se quedó parado en seco -aunque lloviera- pues en ese momento le vino una ligera voz a los labios, un sonido apenas perceptible, el ligero anticipo de una canción sin forma, etérea y no estérea; sucedió en ese mismo instante que el raro Ismael llegaba a toda velocidad a lomos de su motocicleta e hizo sonar su bocina cuando vio al Cantante Mudo en medio de la calzada mirando sus zapatos, y al ver que no conseguía que se apartara, y cuando ya estaba a unos metros de él, le gritó airado; el Cantante Mudo sintió una ráfaga de viento, humanidad, metal y humo que alaba la falda de su gabardina y los bajos de su pantalón, y una voz que gritaba "la próxima vez acierto" y un poco después gritaba "la curva, la curva..."; terminó el Cantante Mudo de cruzar la calle; apenas recordaba el hilo de voz que había emitido durante el paso de cebra -entre la raya número dos y la raya número tres- y se dijo que las canciones son motocicletas que pasan rozando gabardinas, al tiempo que buscaba con las manos en unos bolsillos y otros de su gabardina las llaves de casa -qué hermoso es llegar a casa cuando se tiene casa-... Aquella noche el Cantante Mudo cenó solo; la bailarina morfina dejó una nota clavada con una chincheta en el sombrero hongo que el Cantante Mudo usaba para bailar swing, la nota decía "volveré tarde, más tarde aún si tú llegas pronto". En cuanto al raro Ismael no le visitó aquella noche. Dicen que de madrugada dejó de llover. Pero él no podía recordar que el sonido de la lluvia se detuviera. Era como intentar recordar el sonido detenido de aquella canción de paso de cebra. Efectivamente, la bailarina morfina llegó tarde. Las gotitas de agua y canción en el suelo de la casa ya se habían secado...




miércoles, 28 de mayo de 2008

ALGUNOS CORAZONES SOLITARIOS (2)

LULA
Sabe que alguien la espera en el mundo. Que al final de la árida autopista, en otra ciudad con miles de hombres solitarios, entre el sonido que el encendedor y las monedas hacen en el fondo de un bolsillo, alguien lleva la mitad del corazón de plata que ahora brilla en el salpicadero. Lo que no ha conseguido en ninguna de las ciudades donde creyó que la esperaba ha sido coincidir con él, en el mismo lugar y a la misma hora. Lo que siempre le ha faltado para encontrar al desconocido es pulir ese detalle, aparentemente tan estúpido, de hallarse cada momento en el sitio equivocado.

martes, 27 de mayo de 2008

ALGUNOS CORAZONES SOLITARIOS (1)


ESTACION DE SERVICIO

Con la nariz pegada al cristal del último autobús rumbo a Phoenix, vio las luces de la estación de servicio desdibujarse a través de sus lágrimas, mientras el denso humo de su cigarro y dos billetes en el bolsillo lo convertían en un serio aspirante a morir de cáncer de amor.


jueves, 22 de mayo de 2008

DYLAN DAY TRIBUTE



El próximo sábado 24 de mayo a las 23:00 horas, en la Sala Matisse, sita en la c/Campoamor nº 60 de Valencia, se realiza un interesante festival-homenaje protagonizado por músicos valencianos más algún invitado, en el día de su 67 aniversario.

Por el escenario pasarán Los Pájaros, Carlos Carrasco, Emma Get Wild, Manolo Tarancón, Berto Díez, Maderita (Ciudadano y Julio Bustamante), Oscar Briz o SonLosGrillos, así como Cisco Fran (la Gran Esperanza Blanca)y Fernando Garcín, que para mí, personalmente, por su faceta de escritores y músicos, sin desmerecer al resto, son los más interesantes. Todos interpretarán versiones y adaptaciones de Dylan.

Puedes adquirir tus entradas anticipadamente en Oldies, Amsterdam, Tienda Tipo por 7 €, con regalo hasta agotar existencias del cd "Dylanita" de La Gran Esperanza Blanca . En taquilla el precio es de 10 € incluida cerveza

lunes, 19 de mayo de 2008

EL SOLDADO CROMBEZ


El escritor y amigo de Elche, Jesús Zomeño, es aficionado a coleccionar objetos militares, fotos, insignias, etc, de la 1ª Guerra Mundal. Hace un año, aproximadamente, nos envió a los amigos esta foto de un soldado belga, del que sólo se sabía que se llamaba Crombez y que murió en el bosque de Hout Hulst en 1918. Debíamos escribir un breve texto, imaginando cuáles fueron sus últimas palabras. Con todos los poemas y relatos, él editaría un pequeño librito en una de esas bellas ediciones artesanales que hace. El libro, en efecto, se publicó, pero mi texto -para no faltar a la costumbre- no llegó a tiempo. Ahora, aquel poema en prosa que escribí para la ocasión es uno de los textos que forman parte de mi poemario "El sitio justo"(Palabra Ibérica, 2008). Aquí os muestro la foto de aquel soldado y el poema en castellano, así como su traducción al portugués hecha por el poeta Tiago Nené.

DAGUERREÓTIPO

O soldado Crombez olha a objectiva da câmara com rigidez. Desconhece o que tomará ao pequeno-almoço essa manhã, paraque trincheira na frente de batalha será enviado e que dois diasdepois morrerá numa emboscada ao bosque de Hout Hulst. Evidentemente o soldado belga não sabe que é a sua última fotografia. Muito menos que décadas depois será vendida num leilão a este homem que a contempla sem saber com que frase deve continuar o texto que escrevia e que aqui deixou. Que não sabe, como não saberás tu, que colocas os teus olhos no papel, o que sem dúvida acontecerá ao sair das curvas desta palavra. Não sei onde te levará isto se é que te conduz a algum lugar, mas talvez o que seja importante dizer é que todos somos o soldado Crombez. A todos nos espreita o bosque e um último pequenoalmoço.É o que sabemos. A única coisa. Assim que sorrimos para a câmara.

DAGUERROTIPO

El soldado Crombez mira al objetivo de la cámara con rigidez. Desconoce qué desayunará esa mañana, a qué trinchera en el frente será enviado y que dos días después morirá en una emboscada en el bosque de Hout Hulst. Por supuesto, el soldado belga no sabe que es su última fotografía. Mucho menos que décadas después será vendida en una subasta a este hombre que la contempla sin saber con qué frase seguirá el texto que escribía y que ha dejado justo aquí. Que no sabe, como no sabrás tú, mirada que se posa en el papel, qué sucederá a ciencia cierta al salir de las curvas de esta palabra. No sé adónde te llevará esto que lees si es que conduce a algún lugar, pero tal vez lo que trate de decir sea que todos somos el soldado Crombez. A todos nos acecha el bosque y un último desayuno. Eso es lo que sabemos. Lo único. Así que sonriamos a la cámara.

martes, 6 de mayo de 2008

CROMOS


Cromos es un libro que publiqué a mediados del 2007 y que fue ganador del VI Premio Paiporta de creación poética. Está editado por la Editorial Denes y actualmente está en las librerias. Consta de 34 poemas en prosa -formato que he repetido en mi siguiente libro El sitio justo-, pero, a diferencia de éste, tiene un carácter más amable, irónico y, a veces, más autobiográfico, sin dejar de intentar ser, como casi todos mis libros, una microscópica observación de lo cotidiano: de la vida que tengo más cerca. Como se dijo en una crítica en Posdata, suplemento literario del diario Levante -buena, dicho sea de paso-, "es un libro que despliega una poética fragmentada de la vida y nos muestra sus detalles en polaroids". Aquí he colgado el programa que le dedicaron al libro en RNE5. Se trata del microespacio presentado por el escritor Juan Jacinto Muñoz Rengel, Literatura en breve. Son cinco minutos diarios dedicado a la literatura y, en esta ocasión, a mi libro Cromos, lo cual fue una grata sorpresa y me honra. Espero que os guste.


CROMOS

Coleccionábamos cromos de fútbol, aunque nunca acabábamos el álbum. Nuestro sueño era conseguir los más difíciles y ser la envidia de los amigos. Alcanzado el objetivo, bastaba una semana de orgullosa exhibición de aquellas figuras para que perdieran su encanto. Su primigenio sentido. Y, de nuevo, vuelta a empezar. Cromos de razas del mundo o héroes del cómic. No importaba. Torpes e inconscientes, comenzábamos a imitar la vida.



viernes, 2 de mayo de 2008

TIAGO NENE


Tiago Nené es un poeta portugués, nacido en Tavira el 29 de marzo de 1982, y residente en Faro. En septiembre de 2007 publicó el libro de poemas Versos Nus, editado por Magna Editores. Es fundador de Texto-Al, tertulia literaria del Algarbe. Ha traducido varios libros al portugués, entre ellos mi último poemario El sitio justo. Son recordadas -al menos por mí- nuestras conversaciones sobre fútbol y poesía, en el “Congreso de escritores hispano-lusos”, celebrado en marzo en Punta Umbría (Huelva). Premonitorias fueron sus palabras sobre el entonces mister del Valencia C.F., el holandés Koeman, que antes había entrenado al equipo del que él es gran aficionado, el Benfica. Poco después, gracias a Dios, fue cesado como entrenador del equipo valencianista. Aquí os dejo un precioso poema de Tiago, traducido al castellano.

Cocktail Bukowski


Aquel día
Había vestido mi cuerpo sin el alma,
Había vestido mi cuerpo sin la alegría,
Me lavé los dientes
Y olvidé la sonrisa en el lavabo,
Me lavé las manos
Y deje mi tacto en la toalla;
En ese día
Después del trabajo me fui a dormir,
Acosté mi cuerpo
Y volví a encontrar el alma.
Al día siguiente
Me vestí el alma
Y deje olvidado medio cuerpo
Y la memoria en el secador del pelo...
Y algo inolvidable que no recuerdo sucedió:
Porque hoy tengo el alma mutilada
Y ni siquiera tengo el cuerpo.


jueves, 1 de mayo de 2008

LA VIEJA GUARDIA


Hace tiempo que andaba buscando esta foto, y por fin la encontré. En ella estamos cinco amigos -todos poetas (lo digo sin ninguna pretensión)-, allá por el noventa y seis, a la puerta del bar Cavallers de Neu, donde nos habíamos conocido en los ochenta y en el que habíamos pasado decenas de noches, como esa de la foto, entre poemas, copas y risas; muchas, muchas risas. De izquierda a derecha se puede ver a Uberto Stabile, F.F. Meneses, Fernando Garcín, Javier Bosch y a mí, Rafa Camarasa, con más pelo -sobre todo yo- y menos kilos. Creo que fue en la presentación del libro de Fernando Garcín en la colección "Diarios de Helena" de Jesús Zomeño, otro buen poeta y amigo de Elche. Al menos, Fernando sostiene, como se puede ver, el libro en la mano. Esta semana pasada de abril, doce años después, he vuelto a reunirme con dos de ellos. El jueves 22, como ya anuncié en el Blog, se presentó mi último poemario, "El sitio justo", en la Feria del libro. Javier y Fernando no pudieron acudir, pero como si lo hubieran hecho, y a mi lado estuvieron Uberto Stabile, como coordinador de la colección Palabra Ibérica, y F.F. Meneses, profesor de literatura y escritor, que fue quién hizo la presentación. Todo salió perfecto, encantador e íntimo -ya se sabe que la presentación de un libro, a no ser de Ruiz Zafón, suele ser íntima, y no hay acritud en mis palabras, como diría aquél-. Dado que Uberto al día siguiente tenía que presentar en la Universidad un libro que reúne todas su obra poética, y una antología de poemas del malogrado Raúl Nuñez, ambos libros publicados bellísimamente por la editorial canaria Baile del Sol, F.F. Meneses -a partir de ahora, Paco- y yo nos citamos para ir al evento, que para no ser menos, también resultó perfecto, encantador e íntimo. La anécdota sucedió en el hall del lugar donde se celebró el acto. Paco llevaba algunas semanas hablándome de un poema de Uberto Stabile, cuyo título no recordaba, que para él le resultaba memorable, de lo mejor que había escrito. En su casa, según me dijo, había pasado días buscándolo en los viejos libros de Uberto, pero no lo encontraba. Tras preguntarle allí mismo al propio Stabile, éste le reveló el título. Debo decir que, antes de todo esto, habíamos ido a la mesa donde se vendía el libro y lo habíamos estado hojeando. Como he dicho antes, es una cuidada edición que comprende toda la obra de Uberto, por lo que es un libro de los que podríamos llamar “gordos”, lo que hacía que su precio fuera algo elevado. Si mal no recuerdo, valía alrededor de 25 euros, así que, sintiéndolo en el corazón, no lo compramos. En nuestra disculpa diré que tenemos, si no todos, casi todos los libros de Stabile, y que como bien apuntó Paco, estábamos a final de mes y algo flojos de liquidez. Entonces fue cuando sucedió todo. Paco le pidió el libro a un conocido del público, menos tacaño que nosotros y que sí lo había comprado, y lo abrió por el poema en cuestión. Me pidió que lo sujetará y, ni corto ni perezoso, sacó el móvil, conectó la cámara y le hizo una foto. Hasta me pidió que apartara un poco el dedo pulgar con el que tapaba algún verso. La editora de Baile del Sol, un poco más allá, nos miraba sorprendida. Yo le expliqué que éramos fans incondicionales de Uberto, pero pobres, y ella sonrió con cara de circunstancias. Le dije que era el primer pirateo de poemas que se hacía en España -no así de música-, y ella volvió a sonreír sin decir nada. Probablemente, no había palabras para aquello. Mientras tanto Uberto, más allá, reía nuestra ocurrencia. Bien mirado, pensé volviendo a casa después de dejar a Paco, no habíamos cambiado tanto. Quizá estemos un poco más mayores que en la foto, no podemos negarlo, pero siempre que tenemos la oportunidad de estar juntos lo pasamos bien, y seguimos haciendo gamberradas como las de entonces. Como le dije a alguien que me entrevistó hace poco en un recital, la poesía sólo ha sido la excusa que hizo que los cinco de la foto nos conociéramos, pero, como veis, ni siquiera nos compramos unos a otros los libros. Eso es lo de menos. Lo bueno de verdad es que esa foto sigue estando aún viva. Muy viva. Y coleando.