martes, 27 de julio de 2010

LA CIUDAD SIN MAR


Dejaste caer tu ropa al suelo como si el suelo fuera la civilización que te aniquila. Como si la civilización que te aniquila fuera una enorme boa constrictor y tú, fuerte en el silencio del cuarto, una encantadora de serpientes inmune a la presión de sus anillos. Hundiste tranquila la cabeza en la almohada, y ya no importó que la habitación que te acogía con las cortinas cerradas a la tarde estuviera rodeada de autopistas. Cómo te envidiaron las paredes porque tendida en el frescor de las sábanas, jugando a dibujar con las manos sombras chinescas en el techo, olvidaste, bajo tu ropa, el olor a muerto que tienen las flores de Wall Street.

La ciudad sin mar (1988)

jueves, 22 de julio de 2010

MI TORTUGA Y YO


Hoy he tenido un día muy ajetreado gracias a mi tortuga. Dicen que estos reptiles son lentos, pero a mí, ella, de nombre Tina, me ha hecho ir muy rápido. Es un galápago que compramos cuando apenas medía tres centímetros y que, catorce años después, ya pesa 1,700 Kg. Lleva días que no come, además de otros preocupantes síntomas que no describo por desagradables. Hemos acudido al veterinario, ciertamente asustados, y el resultado ha sido el que podéis ver arriba en la radiografía. El animal lleva en su interior dieciocho huevos, por supuesto sin fecundar, que son la causa de todos sus problemas de salud y que, gracias a la medicina, esta misma tarde ha empezado a expulsar. Quizá soy extraño, pero me ha resultado fascinante la radiografía donde se puede ver perfectamente la forma de los huevos, que ocupaban más espacio que su delgado esqueleto. Ahí os la dejo. Para curiosos.

martes, 6 de julio de 2010

GOTAS DE AGUA


Sales de la ducha y pareces una princesa. Una gota resbala de tu cuello a tu vientre. De tu vientre hacia tu pubis. Aplasto contra mis labios la gota de agua y veo la imagen de un hombre africano sediento que bebe con ansiedad la última gota de su vasija. A partir de hoy no diré nunca que dos gotas de agua son iguales.