jueves, 22 de julio de 2010

MI TORTUGA Y YO


Hoy he tenido un día muy ajetreado gracias a mi tortuga. Dicen que estos reptiles son lentos, pero a mí, ella, de nombre Tina, me ha hecho ir muy rápido. Es un galápago que compramos cuando apenas medía tres centímetros y que, catorce años después, ya pesa 1,700 Kg. Lleva días que no come, además de otros preocupantes síntomas que no describo por desagradables. Hemos acudido al veterinario, ciertamente asustados, y el resultado ha sido el que podéis ver arriba en la radiografía. El animal lleva en su interior dieciocho huevos, por supuesto sin fecundar, que son la causa de todos sus problemas de salud y que, gracias a la medicina, esta misma tarde ha empezado a expulsar. Quizá soy extraño, pero me ha resultado fascinante la radiografía donde se puede ver perfectamente la forma de los huevos, que ocupaban más espacio que su delgado esqueleto. Ahí os la dejo. Para curiosos.