miércoles, 30 de septiembre de 2009

BUFALO

BUFALO

Me duelen las cicatrices cuando llega el mal tiempo. Las marcas que dejaron en mi cuerpo las flechas de los apaches. Y ni el aroma de las mujeres que amé en el salvaje Oeste o mis historias sobre cacerías de búfalos en la pradera, apagan el dolor que se aviva en mi piel con la tormenta. Dicen que el tiempo todo lo cura y que el agua acaba arrastrando el lodo, pero la huella del barro me recuerda que nada fue igual después cada lluvia.

Cromos (Ed.Denes) 2008

domingo, 13 de septiembre de 2009

UNA FOTO DE BRATISLAVA

Bratislava(2008)

Suena la radio. Escuchas a los Waterboys. Conduces tu automóvil por una gran avenida. Ellos cantan a la cara oculta de la luna. Tú te preguntas con qué clase de pértiga saltarías el oscuro horizonte de la era post-industrial, y te juras que hoy harás el equipaje. Los ruidos de la calle se te clavan como aguijones precisos en el cuello y quisieras saber dónde se encuentra aquella amiga valiente de la infancia, que te convenció de que los mordiscos mortales de Bela Lugosi sólo existían en el cine. Los Waterboys dejan paso a una serie de mensajes publicitarios, y los rayos del mediodía, como gotas de realidad sobre la luna del coche, te obligan a devolver tu pensamiento a la calzada. A las flechas pintadas de amarillo en el asfalto. A la voz de mujer que en la radio recomienda Margaret Astor para las sonrisas siempre frescas. En un segundo, te das cuenta de que ha terminado la huida y ni siquiera has comenzado. Conduciendo por la avenida, comprendes que soñar es un gato que juega en la basura con una botella de plástico desechable.

de La ciudad si mar (1988)

martes, 8 de septiembre de 2009

MASACRE


Ana Pérez Cañamares, poeta y narradora madrileña, ha tenido la gentileza de colgar en su blog El alma disponible, el cuento breve titulado Masacre, perteneciente a mi libro Feos. Aquí os dejo el enlace por si lo queréis leer, y para que de paso echéis una ojeada al blog de Ana, donde podréis descubrir, además de textos ajenos, alguno de ella, siempre bello y sugerente.

lunes, 7 de septiembre de 2009

SOLDADOS


SOLDADOS

Un amigo me regaló un casco inglés de la segunda guerra mundial que compró muy deteriorado y restauró para mí. Cuando alguien viene a casa y al verlo en mi escritorio pregunta, sé que espera que le hable de la guerra, que nombre trincheras y batallas, el horror o las hazañas del soldado cuya cabeza ocupó su hueco. En cambio, yo le cuento del amigo y de su empeño por limpiarlo de óxido, por borrar las impurezas del tiempo y aplicar con precisión la pintura. Yo le describo a la mujer que, más allá, sigue cómplice sus maniobras, y a sus hijas que juegan a pillar alrededor de la mesa de trabajo, ignorando que hasta su alboroto es parte del íntimo hilo de Ariadna que une ese antiguo casco a la madeja de mi memoria, y lo convierte en un objeto distinto al que el visitante mira. “¿Y en el frente?”, insisten todos. “¿A quién perteneció en la guerra?”. Como si ellos no supieran que nunca estuve en el campo de batalla.

De El sitio justo (2008)