lunes, 6 de septiembre de 2010

EL AMOR


Arden los Urales, se han perdido cientos de árboles, y la gente abandona los pueblos ante el avance de las llamas. Mas el joven astronauta ruso, tocado por el amor y la poesía, por la belleza azulada del planeta que ve a través del cristal de la escotilla, prefiere pensar que ese punto dorado allá abajo es su amada, que a la hora convenida, tal y como acordaron, en un gesto vano y hermoso ha encendido su mechero.


FEOS. Relatos (2009) Editorial Denes

1 comentario:

kawligas dijo...

¿por qué los cosmonautas siempre han resultado más poéticos que los astronautas?