miércoles, 25 de junio de 2008

CROMOS



DESPACIO

En automóvil regreso por la costa, dando un enorme rodeo. Vale la pena alargar este cielo. La tibieza del aire. De vez en cuando saco la mano y pido a los coches que me adelanten. Algunos conductores tocan el claxon, reprochándome la lentitud. Ignoran que los lentos no deciden su ritmo ni saben que se puede ir más rápido. Y que al sacar la mano por la ventanilla, yo sí estoy eligiendo.

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