DESPACIO
En automóvil regreso por la costa, dando un enorme rodeo. Vale la pena alargar este cielo. La tibieza del aire. De vez en cuando saco la mano y pido a los coches que me adelanten. Algunos conductores tocan el claxon, reprochándome la lentitud. Ignoran que los lentos no deciden su ritmo ni saben que se puede ir más rápido. Y que al sacar la mano por la ventanilla, yo sí estoy eligiendo.
No hay comentarios:
Publicar un comentario