miércoles, 31 de diciembre de 2008

EL GUETO DE GAZA


Este artículo sobre el brutal bombardeo israelí en la franja de Gaza y que ha causado más de 360 muertos, muchos de ellos población civil, fue publicado ayer por Rafael Torres en el diario Levante EMV. Lo reproduzco y suscribo literalmente. Es duro, pero las fotos de niños muertos en el bombardeo lo son más.



Salvando las distancias, que tampoco son tantas lamentablemente, la natura­­leza y la situación de la Franja de Gaza se asemejan a las de los guetos judíos que los nazis del III Reich implantaron, sobre to­do, en las grandes ciudades polacas. Incluso esos cohetes artesanales y esos subfusiles que los de Hamás enfrentan a la poderosísima máquina militar israe­lí evocan el armamento de fortuna que los habitantes del gueto de Varsovia emplearon en su desesperada insurrección de la primavera de 1943. Las distancias entre aquellos terroríficos sucesos aledaños a la Solución Final y estos que hoy vuelven a turbar las conciencias son, desde luego, muchas, pero no tantas como para que en esas conciencias no prenda una escalofriante sensación de déjà vu.Encerrados, hacinados, empobrecidos, controlados, despojados de los bienes necesarios para la satisfacción de las necesidades básicas (alimentos, combustible, medicinas...), amenazados continuamente por una fuerza militar apabullante, los habitantes de los territorios llamados de la Autoridad Palestina reviven parecida angustia e impotencia a las que sintieron las miles de familias e individuos en aquellos guetos infamantes. El desprecio por la vida, la brutalización de los civiles, el culto a la fuerza que exhibe el pueblo dominador, el ejército dominador e invasor más exactamente, son también similares. Pero lo más parecido de to­do, lo que más liga a un gueto con otro, es la pasividad con que la comunidad internacional asiste a la masacre.Mucho se ha hablado y escri­to sobre la psicología del comportamiento israelí respecto al pueblo palestino, el maltratado que maltrata, y puede que, en efecto, algo de eso haya. Lo que es seguro, sin embargo, es que Gaza resucita la figura inhuma­na, infernal, del gueto.

1 comentario:

kawligas dijo...

Deberías Los Reyes Magos quedarse en casa por esta vez y que sus buenas intenciones fructificaran allí, ya que aquí hay demsaiado de todo, aunque en realidad tenemos demasiado de nada.